Tu Herencia - Tus Impuestos

Son dos elementos que no se pueden separar. Todos conocemos los problemas que se plantean a la hora de repartir los bienes entre los herederos. Problemas que se acrecientan cuando llega la hora de pagar impuestos. Es fundamental planificar con tiempo cómo va a ser esa sucesión, cómo se va a repartir esa herencia e intentar combinarlo con la mejor planificación fiscal, para evitar que la aceptación de la herencia se convierta en bancarrota del heredero.

Para ello es preciso preparar un buen testamento, atendiendo a las circunstancias personales, familiares y económicas del testador. No existe un testamento válido para todas las personas. Debe ser individualizado en función del testador. Un buen testamento puede ahorrar muchos problemas familiares y fiscales en un futuro.

Llegada la hora de adjudicar la herencia es preciso saber qué bienes integran la misma, hacer la disolución de la sociedad de gananciales protegiendo al cónyuge viudo que, a menudo se encuentra desamparado ante los derechos de los herederos legales, y repartir la herencia de forma ecuánime, siguiendo los deseos del causante.

Y todo ello sin olvidar las importantes repercusiones en el ámbito fiscal. Hay que procurar cohonestar la adjudicación de herencia con las declaraciones de los impuestos, para que el coste fiscal sea el mínimo posible.